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En qué consiste el mantenimiento de un edificio

Una vez que se termina de construir un edificio, comienza su mantenimiento, una especie de lucha o pelea contra el tiempo, los elementos y el desgaste, que tiene como misión que permanezca en el mejor estado posible durante muchas décadas.

Es importante realizar un buen mantenimiento, aunque lo cierto es que con el paso de los años habrá que hacer obras de consolidación y mejora, en las cuales nos puede ayudar mucho un Agente Rehabilitador.

¿Qué es el mantenimiento de un edificio?

Lo podemos definir como las acciones destinadas a preservar el inmueble y prevenir su deterioro. Para ello, se hace un seguimiento, la mejora, limpieza y restauración de todas sus estructuras y de sus espacios. Con el mantenimiento, se consigue arreglar los desperfectos que se producen con el paso del tiempo, se aumenta la vida útil del inmueble y se mantiene su valor.

Del mismo modo, en el caso de necesitar alguna intervención, el coste es menor cuando el edificio está bien mantenido, ahorrando mucho dinero en las temidas derramas.

Hay distintas áreas a conservar

Dentro de los inmuebles, hay varios espacios que se deben conservar con el fin de que todo el conjunto esté en perfecto estado.

Espacios privativos

Se trata de las viviendas en donde cada uno de los propietarios debe hacer lo posible para que todo esté en perfectas condiciones, en especial en lo referente a las filtraciones de agua y a los problemas eléctricos.

Espacios comunes

Son aquellos que usan todos los vecinos, como las terrazas, los portales, el garaje, los ascensores, etc. Aquí, la responsabilidad recae en la comunidad con el presidente a la cabeza.

Hay que fijarse en que los pavimentos de las escaleras estén en buenas condiciones, que la pintura de las paredes no se caiga, que no haya humedades en los techos, limpiar el garaje, ver si funciona bien su sistema de extracción de humos y llevar las revisiones del ascensor al día, entre otras cosas.

Elementos constructivos

De todos los tipos de mantenimiento que se le puede realizar a una finca, este es el más importante, pero a veces el que menos se hace porque estos elementos no se suelen ver.

Siempre es una buena idea contratar a un profesional para que revise las estructuras, las cubiertas, cómo está la cimentación, la fontanería o el sistema eléctrico, el cual no estará adaptado a la nueva normativa si es muy antiguo.

La clave está en el mantenimiento preventivo

La clave del mantenimiento está en la prevención, en anticiparse a los problemas cuando se están iniciando, algo en lo que deben estar implicados todos los propietarios del edificio.

Por ejemplo, si vemos que aparece una pequeña mancha de humedad en uno de los techos, de inmediato hay que llamar al fontanero con el fin de que vea lo que ocurre.

Así, un poro en una tubería se puede solucionar realizando un pequeño agujero en el techo, algo que no pasa si dejamos que el problema se extienda, pues entonces habría que cambiar la tubería, picar todo el techo, hacerlo de nuevo, pintarlo, etc.

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