Los porteros IP se pueden usar en cualquier lugar: en locales residenciales (edificios de apartamentos, casas privadas, edificios de oficinas), para controlar lo que sucede en los territorios, incluidos los grandes y los adyacentes a los edificios. La singularidad de los porteros IP radica en el hecho de que la transmisión de datos a ellos se realiza mediante una línea digital: una red de área local o Internet. A través de cualquier dispositivo (ordenador de sobremesa, portátil, tablet, smartphone, etc.) conectado a esta red, se puede gestionar, configurar y comunicar con el visitante. Para funcionar completamente en cualquiera de estos dispositivos, solo necesita instalar el software para el portero IP. Además de las funciones de un portero convencional, un videoportero IP tiene ventajas que lo convierten en un dispositivo indispensable: instalación fácil de alta calidad de imagen (tecnología PoE para soportar la fuente de alimentación); facilidad de uso (la capacidad de controlar a través de una computadora, incluso a largas distancias, de forma remota); la posibilidad de combinar varios videoporteros y gestionarlos desde un solo dispositivo); escalabilidad de la grabación de imágenes de video, la capacidad de conectar cámaras de red a porteros IP (es decir, la capacidad de conectar la función