En marzo de 2020, millones de personas en todo el mundo tuvieron que hacer un hueco al teletrabajo en sus hogares. La pandemia confinó a los ciudadanos de numerosos países y con ello se crearon nuevas necesidades que, en muchos casos, se han quedado entre nosotros. El trabajo en remoto o híbrido es uno de ellos, y aunque una gran mayoría de profesionales ya han vuelto a la oficina, muchos de ellos compaginarán la presencialidad con jornadas de teletrabajo. La marca Made Design pidió al estudio de diseño Gauzak un escritorio para espacios de trabajo domésticos. Según explica Leire Pérez, cofundadora de Gauzak, un estudio de campo que realizaron antes de empezar a trabajar en el diseño reveló que “desconectar del trabajo” es una de las principales dificultades para la mayoría de las personas que teletrabajan. “En este sentido, lo más difícil para los encuestados es hacer su vida doméstica diaria, incluso en fin de semana, y no poder dejar de ver los apuntes, el ordenador portátil”. Fruto de esta necesidad, de poder separar la vida familiar o personal de la profesional, es el escritorio Iru, un diseño funcional y versátil que se adapta a cualquier hogar. Con unas medidas de 120x70