Parquets naturales: una joya de suelo que quiere perdurar ARQUITECTURA 24 abril, 20243 mayo, 2024 El suelo de parquet natural es una opción en auge entre los propietarios de viviendas que deciden cambiar o reformar el suelo. Su belleza, sostenibilidad y durabilidad atemporales son solo algunos de los motivos que esgrimen para seguir apostando por suelos de madera como ya se hacía en la antigüedad. Sin embargo, como cualquier material que sea natural, requiere un mantenimiento adecuado para conseguir su longevidad y su atractivo estético y hacerle lucir a lo largo de décadas. ¿Qué necesita un parquet natural? La limpieza periódica es fundamental para mantener en perfectas condiciones el suelo natural. La suciedad y algunos restos de la calle pueden rayar y dañar la superficie de la madera dejando marcas, lo que con el tiempo genera problemas más importantes ya que pierde la consistencia y puede irse agrietando. Es fundamental evitar el uso de productos químicos agresivos o limpiadores abrasivos que puedan quitar el acabado protector y dañar la madera. “Nosotros recomendamos herramientas como un cepillo de cerdas suaves o una aspiradora con accesorio para suelos de madera. Además, es fundamental limpiar cualquier derrame inmediatamente para evitar manchas y daños” explican desde Parquets Naturales, especializados en la instalación de parquets en Barcelona, sobre todo en las zonas de nuevas reformas que quieren devolver ese toque elegante al centro de la Ciudad Condal. Inspeccionar periódicamente en busca de signos de desgaste y daños es esencial para mantener su longevidad. Abordar cualquier problema rápidamente puede evitar daños mayores y ahorrar dinero a largo plazo. También se recomienda el uso de almohadillas para muebles para evitar abolladuras, especialmente para muebles pesados. Además, es fundamental evitar el uso de tacones altos o zapatos con tacones puntiagudos sobre el suelo de parquet natural ya que pueden provocar daños importantes. ¿Cuáles son las mejores maderas? Algunas maderas son más propensas a sufrir daños que otras, por lo que es fundamental elegir el tipo de madera adecuado escuchando a los expertos. Las maderas blandas como el pino o el abeto son más susceptibles a rayones y abolladuras, lo que las hace menos duraderas que otras maderas duras. Sin embargo, las llamadas maderas duras exóticas como el cerezo brasileño o la teca son más resistentes al desgaste, pero pueden ser más difíciles de mantener debido a su alto contenido de aceite. Sin duda, el roble, el nogal y el arce son opciones populares debido a su durabilidad y fácil mantenimiento. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir