Cómo reducir la factura de la electricidad de una empresa en tiempos de Covid-19 Empresas 29 septiembre, 202018 septiembre, 2020 La luz ha aumentado mucho su precio en los últimos años y esto supone una gran partida en el presupuesto de las empresas que poco a poco retoman la normalidad en España. Es por ello por lo que ahorrar energía eléctrica es ahora una prioridad. Poco a poco han llegado al escenario eléctrico de nuestro país los contadores de energía eléctricos inteligentes, unos nuevos aparatos no exentos de polémica por suponer un encarecimiento en sus facturas. Para la gran mayoría de empresas, el coste del alquiler del contador de electricidad supone un gasto más a considerar en las facturas de electricidad que se pagan cada mes más si se tiene en cuenta la difícil situación en el que se encuentran algunas empresas. Según la ley, el consumidor final de la energía tiene la posibilidad de tener el contador eléctrico en propiedad, siempre y cuando éste sea homologado y la distribuidora realice el precintado de este. Actualmente, el coste final del alquiler de un contador depende de la tarifa eléctrica y de la distribuidora, pero éste fluctúa desde los 10 hasta los 120 euros al mes. “La empresa distribuidora es quien realiza las lecturas del contador y pasa la información a la compañía comercializadora. Esto hace que la información no esté disponible para el cliente, excepto la que aparece en las facturas eléctricas: kWh consumidos, kVArh de reactiva y potencia máxima demandada. Esto es todo lo que el consumidor final obtiene”, mantiene Marta Gomà, Socia de Ipsom. 8 MOTIVOS PARA EL CAMBIO DE ALQUILER A PROPIEDAD Los expertos de Ipsom señalan principales ventajas de pasar de la modalidad de alquiler a propiedad: Medidas en tiempo real: junto con el contador en propiedad, el usuario dispondrá de una plataforma que interprete los datos de forma continua y los muestre de forma sencilla. Por tanto, la telemedida nos permitirá conocer con detalle el consumo realizado minuto a minuto. Detección de sobretensiones y cortes de luz: se dispone de toda la información de las curvas de consumo, imprescindible para presentar reclamaciones de calidad de suministro frente a las distribuidoras. Detección de excesos de potencia: es posible detectar a tiempo real excesos de potencia que pueden producir penalizaciones en nuestra factura eléctrica. Conocimiento del perfil de consumo: el acceso a la información de consumos cuarto-horarios permite saber cuál debe ser la potencia óptima contratada. Control de consumo en tiempo real de las ampliaciones de equipos. Disponibilidad de medidas: se dispone de medidas certificadas para poder hacer cualquier tipo de reclamación a la compañía eléctrica. Ahorro del coste de alquiler del equipo de medida. Conservación del historial: no hay pérdida de datos al cambiar de compañía eléctrica. Aseguran los expertos de Ipsom que una de las principales preocupaciones ante el planteamiento de un cambio de contador para la empresa es si dicho cambio implica o no un corte de tensión que pueda alterar el ritmo de trabajo normal de una compañía. “La respuesta es que no. En la gran mayoría de suministros, con medida indirecta, el cambio de contador no implicará quedarnos sin electricidad en nuestra instalación”, mantiene Marta Gomà. Por otro lado, la consultora energética señala que el proceso de cambio, que implica la coordinación con la empresa distribuidora para quitar el contador de alquiler e instalar el de propiedad queda íntegramente en manos de la empresa especializada, y no requiere de ninguna gestión directa por parte de la empresa. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir